Tratamientos para COVID-19: El peligro de la falta de evidencia científica – S.A.D.I.

Desde la SADI vemos con enorme preocupación la forma en la que organismos gubernamentales, nacionales, provinciales y municipales, están alentando, de muchos modos, la utilización de medidas terapéuticas para COVD-19 carentes de evidencias concretas que muestren su utilidad clínica.
Plasma de convaleciente, vitamina D, suplementos de zinc, carragenina nasal, ivermectina e ibuprofenato inhalado integran el arsenal de los tratamientos experimentales que son prescriptos sin pruebas válidas de su eficacia a la fecha.
El uso de etas drogas “fuera de etiqueta” bajo el argumento de una supuesta actividad antiviral in vitro o de una observada “mejoría en la evolución” proveniente de análisis no contrastados con un grupo control adecuado, es cada vez mayor. Y que esta falta de apego a la evidencia científica sea promovida desde las instancias gubernamentales, resulta de una gravedad que no podemos dejar pasar sin levantar la voz.
La experiencia de los estudios con hidroxicloroquina, lopinavir/ritonavir, mostró de modo palmario cómo aquellas drogas que creímos genuinamente útiles al principio de la pandemia, y a las que expusimos crudamente a nuestros pacientes; finalmente no lo eran, e incluso producían efectos adversos graves. Asimismo, la evidencia del plasma de convalesciente muestra hasta el momento la ausencia de beneficios en su administración.
El suero equino, se encuentra en fase de estudio clínico cuyo resultado no se conoce aún.
La promoción de terapias que no han mostrado utilidad en el contexto de un ensayo clínico adecuadamente diseñado produce, en los pacientes: resultados inciertos, en la sociedad: expectativas infundadas, en el sistema de salud: gastos innecesarios y probablemente superfluos, y a los ya muy estresados efectores de salud: les agrega un nuevo estrés, al soportar la demanda de terapias no beneficiosas por parte de pacientes y familiares.
El cuidado respiratorio precoz de los enfermos graves con COVID-19, los cuidados críticos adecuados y la dexametasona; son medidas probadamente eficaces para mejorar la evolución de los pacientes con COVID-19 y deben destacarse. El uso de cualquier otra herramienta terapéutica sólo debe ser aceptable en el contexto de ensayos clínicos aleatorizados y controlados.
Es nuestra responsabilidad señalarlo.

OMAR SUED
Presidente de SADI